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13 de Julio 2005

Aquellos (...) años

Esta tarde, imbuido en la limpieza general a la que todos los años por estas fechas me arrastran mis progenitores, he descubierto entre mis bártulos un tesoro de incalculable valor.
Corría aquel tierno año del... 2001 (osease hace 4) yo acaba de entrar en la universidad y me quejaba de lo aburrida que era mi vida sentimental (y ahora toma del frasco carrasco) y una buena tarde de sábado se me ocurrió escribir un diario... rellené 5 días esa misma tarde y jamás lo volví a tocar... y al llegar el lunes a clase, emocionado porque el espíritu de Virginia Woolf se hubiese apoderado de mí escribí una nota a mis compañeros para que la leyesen durante la maravillosísima clase del maravillosísimo profesor Villegas (Fundamentos Económicos) reproduzco a continuación el contenido de esa nota que es el tesoro hallado entre montoneras de cosas inservibles:

(En un arrance de rabiosa originalidad decidí titular mi diario: "De repente Rufi"... no comments please)

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De Repente Rufi

He comenzado un diario, con carácter retrospectivo. Ya se que es una cretinada, pero el sábado me dio un venazo y escribí 5 días: miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo (pensé que podía anticiparme al domingo porque no iba a pasarme nada digno de mención) El caso es que me he dado cuenta de que mi vida es muy aburrida, lo más importante que me había pasado el jueves había sido un grano que, actuando con nocturnidad, premeditación y alevosía me había atacado por la noche, moviéndome a desarrollar una teoría filosófica sobre la inoportunidad de las protuberancias "pusosas y sanguinolentas" y sobre la posibilidad de que, al igual que los granos, nos saliese de repente y sin avisar un abdominal, un pectoral o un tío bueno en la cama.
Viendo que el capítulo del jueves carecía del más mínmo interés fuera de los círculos estéticos me decidí a cambiar mi vida, haciéndola más interesante y aventurera al más puro estilo Indiana Jones y me fui de expedición a Chueca...

Y aquí Villegas debió decir algo así como "esto es pregunta de exámen" porque la nota termina. Todo esto es lo que me duró la vena literaria, después el espíritu de Virginia Woolf me abandonó; mientras se alejaba escuché como susurraba al viento "vámonos con la musa a otra parte, a invadir un alma con más talento para la literatura, me han dicho que hay una muchacha llamada Ana Rosa Quintana que quiere escribir..."

Pero si leemos detenidamente la nota comprobaremos que subyace una idea interesante, una duda existencial que desde entonces me persigue y no me deja dormir... ¿Por qué una buena mañana nos levantamos con un grano en la cara y no con un abdominal nuevo o con un pectoral o con un Jesús Vázquez cualquiera entre las sábanas?

Escrito por Rufi en Orgasmos mentales (o polleces varias) a las 13 de Julio 2005 a las 10:06 PM
Comentarios

Jajajajaja, que nostálgicos estamos todos, no?? Pero recordar tus granos de primero en contraste con esos soñados abdominales, no se, no se... delirios de grandeza... un besito

Escrito por La pequeña delirio a las 19 de Julio 2005 a las 09:47 AM
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