No ha hecho todavía un año que Ratzinger es Papa y ya nos enseña la pata:
Benedicto XVI no quiere curas gays, Vaticano considera “desordenadas” las tendencias homosexuales, a las que califica, además, de pecados graves, actos inmorales contrarios a la ley natural. No podrán ejercer el sacerdocio aquellas personas que “practiquen la homosexualidad, presenten tendencias homosexuales profundas (vaya usted a saber en que se diferenciará la profundidad de las tendencias) o sostengan la llamada cultura gay”.
Hay una excepción, una luz de esperanza para todos aquellos homosexuales que, inexplicablemente, tienen el sacerdocio por el sueño de su vida: si las tendencias homosexuales son la expresión de un problema transitorio como una “adolescencia inacabada”, tendrán 3 años para superar sus problemas mentales antes del ordenamiento diaconal, si no, a la hoguera!!!
(Hoy en todos los periódicos)
Muy bonito Ratz, pero si no quieres sacerdotes homosexuales te vas a quedar tu sólo dando misa...
Hombre, lo de la profundidad de las tendencias está claro...
Si es la puntita sólo, vale. Si es hasta el fondo... no.
Vamos, digo yo.
Escrito por Sota a las 25 de Noviembre 2005 a las 11:45 AM